ENGLAND... wet & cloudy England - Dic 2006

La primera gran experiencia a lomos de mi nueva cbf600.
Recién sacadita del horno, con apenas 1000km en sus ruedas y cargada hasta los topes, ponemos rumbo al ferry que nos trasladará a tierras británicas. Previamente tuve que sortear todo tipo de opiniones (parece ser que ir en pleno diciembre allí no es muy usual) y por supuesto, a mi madre, que no se cansaba de lamentarse y que cada vez que oía "moto" o "inglaterra"... sufría lo insufrible.
Día 1: ferry y desembarco en Portsmouth
El viaje empieza "entretenido": lluvia (¿pudo ser esta misma nube la que me persigió el resto del viaje?), el peaje de Zarautz no me reconoce y no me da ticket (una cosa es que yo sea pequeña... pero la moto... pesaba lo suyo, ¿e?) y ya para rematar... anuncian que el ferry saldrá con algo de retraso. Finalmente parte el ferry, y lo que pintaba como un "mini-crucero" de 29horas resultó ser un "mini-infierno" de 29 horas tirada en la cama del camarote: dios mío...¡ ¡¡cómo se movía aquello!!!!
Llegada a Portsmouth; por supuesto: llueve. Llegamos sobre la una de la noche, pero yo tranquila porque ya tenía mi reserva en un "hotel" (la economía joven no da para tanto así que por hotel entiéndase un albergue mochilero). Llego allí y...¡¡ sorpresa!! el significado 24 hours check-in no es el mismo en UK que en USA. Así que os podéis imaginar donde pasé mi 1ª noche: ¡¡en la p. calle!! eso sí: el peazo traje de la moto es calentito y sobre todo mullidito, e? Y menos mal que el albergue tenía un "soportal" donde pude resguardarme un poco...
Día 2: Portsmouth-London
Tras el trasnoche callejero, pongo rumbo a Londres. El sol sigue brillando por su ausencia; de hecho la lluvia se intensifica, así que no resulta muy agradable andar cotilleando por carreteruchas. No obstante, no desisto y me tomo generosamente el día para llegar hasta Richmond, un coqueto barrio residencial de Londres, aguas abajo del Támesis, que será mi punto de encuentro con Pedro, una de las 3 razones de mi visita a este país. Aquí aparco la moto y me olvido de ella... durante 2,5 días.
Días 3 y 4 : London city
No me entretendré contando la fugaz visita a esta archiconocida ciudad. Pero sin duda alguna lo más agradecido fueron las tardes con el madrileño y su international crew de BP. A mi las grandes ciudades... como que no me van. De hecho, he llegado a la conclusión de que de aquí en adelante trataré de evitarlas o de realizar visitas ultra-fugaces.
Día 5: London-Cheltenham (Stonehenge, Avebury...)
Esta vez el tiempo respeta mi día de ruta, así que... ¡¡aprovexando al límite!! Además este día supone mi razón nº2 de este viaje: STONEHENGE y los diversos yacimientos megalíticos que impregnan de misterio estos verdes valles.
Antes de visitar la obra maestra de Stonehenge paso por Woodhenge (en Amesbury), antiguo santuario formado por troncos de madera y hoy sustituidos por hormigón (cómo no). Y finalmente Stonehenge (traducido sería algo así como "piedra colgada"): uno de los yacimientos prehistóricos más conocidos de Europa, que esconde un gran misterio y miles de hipótesis, pero... independientemente de todas las creencias espirituales-rituales-y demás... lo que es inevitable es caer rendido ante semejante obra de ingeniería: ¡¡estos sí que estaban locos y no los romanos de asterix y obelix!!
A continuación, paseando entre verdes llanuras, topándome con curiosas señales tales como "Caution: tank crossing", llego a Avebury, un pueblito rodeado también por piedras, y de hecho, supone ser el monumento más grande de Inglaterra.
Conduzco ya con el siguiente destino: Liverpool, pero tranquilamente, sin prisa pero sin pausa. Y así de repente... tachán!! veo la señal de "The magic roundabout" (la rotonda mágica). Yo pensaba que ese email tan gracioso que circulaba por internet era de coña... pero cuando vi la señal me puse a temblar y dije: una de dos: o la señal está puesta también de coña o ya la he liado... ¡¡¡hace falta ser gafe!!! habrá 3 rotondas de estas en todo Inglaterra y yo he ido a tropezarme con una de ellas! En efecto: menudo cacao de rotonda. Yo esperé a que no hubiera muchos coches... y casi con los ojos cerrados la crucé. Buf... claro: luego me quedó la pena de no haber parado a sacar foto...
La noche cayó enseguida, así que no tuve otro remedio que parar en Cheltenham (región de los Cotswolds, muy bonita también)a dormir.
Día 6: Cheltenham-Liverpool
Carretera: Liverpool. Por la highway o motorway o como quiera que llamen a las autovías allí. Lluvia a tutiplé una vez más. Así que tras llegar a Lvpool a casa de mis amigos, decidimos ir a pasar la tarde a Manchester, a ver el mercado navideño y tomar un vino caliente de esos... con sabor a canela (y yo que pensaba que eso solo era manía de los yankis...).
Día 7: Liverpool
Disfrutando recíprocamente de la compañía de viejos amigos semi-americanos (Anxo, ya es hora de admitirlo...), pasan las horas volando. Comidas, cotilleos, paseos, cena, cine... de todo un poco.
Día 8: Liverpool-Portsmouth
Apurando el tiempo en Liverpool y tras una comilona en restaurante griego, a media tarde pongo rumbo a Portsmouth, para poder llegar antes de que cierren el albergue y vuelva a quedarme de patitas en la calle. Y en efecto, esta vez sí: llego, hago el check in, tengo cama... y puedo tranquilamente salir a picotear algo antes de caer rendida en la cama tras 4 horas de viajecito bajo la lluvia, de noche y prácticamente sin apearme de la moto. Eso cansa... e?
Día 9: ferry de vuelta
Esta vez no había semejante marejada, así que el viajecito de vuelta fue bastante mejor. Esto se traduce en que pude ingerir algo de comida-bebida... y en que de las aprox. 25 h de viaje, la mitad pude ir sentada (y no las 25h tumbada), todo un adelanto.
Día 10: desembarco en Bilbao- San Sebastian
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